

Para conducir una moto de manera segura en el tráfico, se requieren habilidades y conocimientos especiales, una constante y aguda concentración para evitar los riesgos de sufrir un accidente y conocer las diferentes normas que rigen el tránsito de las ciudades.
- Elegir correctamente:
Antes de comprar una moto, hay que asegurarse que su conducción sea confortable, debería “quedar a medida”. Los pies deben llegar al suelo cuando está sentado en la moto y los controles deben ser sencillos de accionar.
- Conocer la mecánica:
Una moto requiere más cuidados que un automóvil, ya que una falla, así sea mínima, si no tiene los cuidados oportunos, puede ser fatal para el piloto. Por ello, las motos se deben revisar por completo antes de usarlas y se debe realizar el mantenimiento en las fechas indicadas por los asesores de cada marca y en los talleres certificados.
- Equipo de Protección:
Cuando conduzcas una moto, el atuendo adecuado es aquel que te protege y tiene mayores posibilidades de evitarte lesiones, es indispensable el uso de casco aprobado, protección facial, ocular y ropa de especializada con refuerzos para caídas.
- Respeto de las Normas:
Otro punto clave, es conocer las normas y saber adaptar la conducción a cada entorno. En zonas urbanas, hay muchos más vehículos que en carretera, por lo que es fundamental mostrarse siempre ante los demás conductores. En cambio, en carretera, las altas velocidades agravan las consecuencias de las caídas y los vehículos de dos ruedas son mucho más vulnerables a las condiciones climatológicas adversas.
- Seguir la estrategia de los cinco pasos:
Los mejores moteros permanecen atentos a lo que ocurre a su alrededor, mediante la implementación de un proceso de cinco pasos que les permite hacer juicios apropiados y aplicarlos correctamente en diferentes situaciones de tránsito, que son: Observación, Identificación, Predicción, Decisión y Ejecución.
- Estar en estado de Alerta:
Esto te permitirá tomar decisiones fundamentales y llevarlas a cabo de manera precisa. Se debe tener siempre presente que depende de ti mismo no ser el causante o participante desprevenido de cualquier accidente, identificando y separando los diferentes peligros.
- Usar un carril completo:
No debes compartir tu carril ni introducirte entre hileras de vehículos detenidos o en movimiento, pues quedas muy vulnerable ante lo inesperado: una mano puede salir de por una ventanilla, una puerta puede abrirse, un auto puede doblar inesperadamente, la moto puede chocar los espejos de los vehículos en hileras.